Marco Antonio Landa | |||||
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Leonora Acuña de Marmolejo . “Baraja de Poemas” Madrid: Colección Betania de Poesía, España , 2002 por Marco Antonio Landa Cuentan viejas leyendas medievales, la historia extraña de un juglar, atrevido y fascinante, que recorría incansablemente los pueblos de Castilla, entreteniendo a los lugareños con sus cantos, sus noticias y sus maravillosos juegos malabares, atrayendo a los espectadores con gracia desenvuelta y sorprendentes y variadas evoluciones. Su figura grácil, su palabra acariciante, y sinuosa a veces, envolvía a sus oyentes haciéndoles sentirse como que flotaban entre delicias y sensaciones jamás experimentadas. Y cuentan que acostumbraba, entre sus múltiples habilidades y ocurrencias, utilizar una vieja baraja, de mágico encantamiento, con la cual embriagaba a sus oyentes, al prometerles sensaciones inusitadas que irradiaban de aquel juego de cartas. Era una vieja baraja de caracteres indescifrables. El juglar afirmaba que la había traído de un país lejano llamado Catay, donde la había inventado, hacía varios siglos, la concubina de un legendario emperador de esa tierra milenaria. Y sus oyentes se quedaban boquiabiertos, admirados de la sabiduría y los conocimientos de aquel misterioso juglar. Y cuentan también que sus promesas eran esperadas con ansia. El juglar les ofrecía una carta a cada uno; les ordenaba que la guardaran junto a su corazón, porque de ese contacto íntimo, sutil, candente, brotarían sentimientos que jamás olvidarían. A unos les ofrecía una carta de amor, y a estos parecía como que “ dos luceros quedaban en sus ojos prendidos y locas mariposas nunca presentidas aleteaban en sus pechos cual heraldos perdidos.(2) Para otros había una palabra de esperanza, trocada
en versos que el
juglar sacaba de lo profundo: Para un amor perdido y olvidado también había
una carta sacada del pozo
de las sorpresas: Y para todos había un mensaje, una sorpresa, palabras del juglar que los envolvía en sutiles ansias, en recuerdos, en nostalgias de tierras, de penas, de amores, de luces; manojos de pensamientos que volaban como mariposas y se posaban en los corazones ansiosos de hallar caminos de luz y felicidad.
(1) “Baraja de poemas”. Leonora Acuña
de Marmolejo. Editorial Betania.
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