Pilar Fernández-Cañadas Greenwood
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Linden Lane Magazine Volumen 4 / Abril del 2004

Matas, Julio. Entre dos luces: Modelo de un destino antillano.
Miami, Florida: Ediciones Universal, 2003

por Pilar Fernández-Cañadas Greenwood


En un pasaje de la tercera parte de Entre dos luces, el narrador relata una anécdota sobre un acto académico en el que el conferenciante se explaya con la imagen de una alcachofa, (Cada hoja representaba una perspectiva distinta y é stas se sucedían a medida que se iba despojando de aquellas a la alcachofa. (142). Más que una anticipación o (foreshadow,( esta imagen es emblemática de la estructura de esta novela de Julio Matas.

Hábilmente construida alrededor de temas históricos y quizá en parte autobiográficos, la novela cuenta una historia (dentro de otras historias) de la sociedad cubana durante las décadas en que continúa la consolidación nacional post-independencia a la vez que se anticipa la desintegración del nuevo orden y las subsiguientes divisiones del país. Entre dos luces parece aludir a estas dualidades, pero tiene mayores connotaciones sobre la etnicidad y proceso persona del protagonista sobre los estratos socio-raciales de la profunda identidad cultural Cubana.

La primera parte de la novela, subtitulada (Evolución) está contada de forma autobiográfica y produce la sensación de estar comunicando con el lector que, en una tarde de visita, escucha los episodios de un pasado todavía reciente; una especie de presente perfecto gramatical. O quizá sea imperfecto como suelen serlo las memorias desde el exilio en las que la nostalgia sazona los recuerdos. Sin embargo, esta parte especialmente proyecta una escrupulosa fidelidad a la exactitud de los detalles de la Cuba de los 30 a los 50 así como a la autenticidad de las vidas de los protagonistas.

Anastasio Dueñas, (Chacho), el narrador protagonista, creció en la Habana de los 1930 y 1940 en una familia de clase media cubana con sus peculiares idiosincrasias. En esta parte, Chacho vuelca sus confidencias con ritmo pausado puntuado de apartes parentéticos, (internos) típicos de las conversaciones entre amigos o conocidos que vienen a hacer la visita de cumplido o la habitual. En esta voz casi podemos intuir, imaginar las miradas comprensivas, expresando el (ya sabes( que proporciona la comunicación con alguien totalmente inmerso en el ambiente; los rituales de la experiencia y la cultura compartida. Es a ese público a quien Julio Matas parece dirigir esta parte I.

A través de esta conversación íntima, confidencial casi, con el lector, el narrador reconstruye un periodo de la historia cubana que ha quedado como punto de referencia para muchos cubanos trasladados a otros países desde los cuales reconstruyen vidas pasadas. Es esta recreación espacial, temporal y social lo que da su fuerza y auténtico carácter a la historia de los personajes de Entre dos luces: modelo de un destino antillano.

En la segunda parte, ( Revolución ) hay un cambio de narrador y su voz omnisciente insiste también en el relato fidedigno, particularmente porque se trata de la historia de este periodo pre-revolucionario. “No hay que dejarse llevar por las historias de la novelas”, dice en la p. 172. Es una época crucial tanto para los personajes como para el país. A través de las experiencias y traumas, los varios protagonistas, Oreste, Beto, Calixto Vega, Rovira, el Gallego, Sixto, además de tía Yoya, Margot, La Niña, Muñeca, etc., ofrecen un muestrario de las personas reales que protagonizaron la gestación revolucionaria.


Margot y Muñeca son otros ejemplos del leitmotiv ( entre dos luces ). De hecho, y desde el punto de vista del nudo argumental, son las personas claves en la identidad sentimental y personal del protagonista, Sin embargo como personajes, no están demasiado desarrolladas, especialmente (Muñeca,( la mulata que atraerá con fuerzas telúricas al protagonista y condicionará su regreso final a la isla. Este personaje desaparece completamente de la novela para reaparecer luego como elemento indispensable proveyendo el eslabón del destino africano de Chacho, Cuba y del Caribe.

En la tercera parte, titulada ( Circunvolución ) hay un cambio notable concentrándose toda la atención sobre el protagonista y sus traumáticas experiencias de exilio (realmente autoexilio) en los Estados Unidos. Una de las virtudes sobresalientes de la novela es la conexión que logra entre el narrador protagonista, Chacho, y el lector. Esto se mantiene en esta (circunvolución) lo cual es algo irónico porque Chacho es un ser enigmático, Fuera de Oreste, no se identifica totalmente con nadie, y quizá con nada, (Por qué se reserva tanto? (Por qué insistió en irse de Cuba? Quizá esto podría interpretarse como un rechazo a la confusa situación política. Pero la verdad es que él no se identificaba ni con los revolucionarios, ni (comprensiblemente) con el cinismo de la clase política del suegro, ni con los emigrados a Miami, ni con su propia profesión.

La (circunvolución) es un regreso a los brazos de Muñeca, a las raíces del pasado ambiguo de Chacho y de Cuba y representa quizá la aceptación de la (identidad dual cubana) después de un tortuoso auto encuentro. Parece indicar que la Cuba auténtica es un lugar mítico, donde creencias, ritos, individuos, vidas e historias son mezclas de clase, de razas, de identidad (entre dos luces. ) El subtítulo de la novela, (Modelo de un destino antillano) puede que aluda a esta situación

Aunque a primera vista pareciera extraño, los cambios de técnica narrativa y de narrador constituyen un acierto. La técnica del (diario) autobiográfico de la primera parte y el carácter reflexivo -casi de (memorias) utilizado en la parte final, aportan un tono de autenticidad directa sobre verdades que no se pueden exponer de otro modo. La distancia del narrador omnisciente, ofrece un punto de vista (neutro,) una perspectiva semejante a la autoridad del historiador. Hay aquí en la técnica una experimentación también (entre dos luces.) Quizá los comentarios del narrador sobre las teorías alcachofistas del algo anticuado filósofo conferenciante fueran una alusión indirecta a los méritos de estos experimentos narrativos.

Mientras que historiadores, sociólogos y expertos en gobierno analizan los fenómenos históricos, especialmente los acompañados de trauma, son las novelas y documentos literarios los que aportan la fibra y textura humana de las sociedades en esos procesos. En este sentido, son un clarísimo ejemplo de ironía literaria, la protestas que hacía el narrador contra las (historias de las novelas).

Pilar Fernández-Cañadas Greenwood -Ithaca, NY, enero, del 2004

Escrito para Linden Lane magazine

 

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 !   Referencias

Breve referencia autobiográfica:

Pilar Fernández-Cañadas Greenwood es española y catedrática de estudios latinoamericanos en Wells College (Aurora, Nueva York). Actualmente ocupa la cátedra Sara Niles Flowers de Lenguas y Literaturas Modernas en Wells College. Además de crítica literaria académica, escribe teatro para niños y poesía.


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