Rita Martin
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Linden Lane Magazine Volumen 4 Abril de 2004

Rita Martin . Si perro y sin Penélope . Miami : Ediciones Universal, 2003.

por : M. Begoña Caballero-


Hay textos que son propuestas; otros, debate en pleno y aún los hay que son encrucijadas; pero existen aquellos que contienen en sí estas tres perspectivas: discuten todo tipo de proposiciones y/o definiciones, convirtiéndose ellos mismos en laberintos que esperan ser descifrados por un activísimo lector. Tal es el caso de la colección de piezas narrativas Sin perro y sin Penélope de Rita Martin.

Si bien algunos de los cuentos aquí reunidos han aparecido en revistas y antologías literarias (Redonet Cook; Ruth Behar y Hernández Miyares entre algunos de los antólogos), esta es la primera vez que Rita Martin decide unirlos y hacerlos parte de un sólo conjunto que, por demás, se une a la publicación de voces latinas en Estados Unidos.Sin perro y sin Penélope es, por un lado, parte y resultado de las propuestas estéticas llevadas a cabo por los autores cubanos --llamados novísimos por el crítico Salvador Redonet-- que se dieron a conocer fundamentalmente en la década de los ochenta, y que son hoy en día los intelectuales a la altura de sus cuarenta años, con pensamiento crítico, y viviendo fuera o dentro de la Isla de Cuba. Por otra parte, éste, a la par de libro de fuertes y duras narraciones es un libro lírico que, de alguna manera, es parte de la labor poética desarrollada por Martin --recuérdense sus poemarios

El cuerpo de su ausencia (La Habana: Letras Cubanas, 1991) y Estación en el mar (La Habana: Ediciones Extramuros, 1992). En este volumen se agrupan veinte piezas narrativas en las que predomina la brevedad --algunas de ellas ocupan solamente una página como “La idiota en primavera” y “Ana”-- aunque existe también un trabajo sobre textos de mayor extensión --un gran número de textos se extienden entre cuatro y seis páginas, y uno en especial, “Kraustlo,” cubre veintitrés páginas situadas en el centro del libro. La brevedad narrativa permite la condensación de múltiples significados en pocas líneas, las más de las veces líricas y simbólicas que dan tratamiento a temas como el sueño, la muerte, la maternidad, la procreación, el enclaustramiento, la creación literaria, el exilio y las relaciones, siempre de rebeldía, entre el artista y cualquier control y/o poder, y la resistencia de la escritura y la memoria.

Todas estas narraciones descansan dentro de una estructura en la que es interesante comprobar, en cada texto, el rompimiento de las convencionales partes de un cuento tradicional, lo cual permite a R.M. discutir la materia narrativa en sí. La propia autora, en la pieza “Epílogo introductorio” (de) construye la definición de cuento al comentar que sus narraciones “son unidades interdependientes que presentan una determinada autonomía y cierta relación con los motivos que integran los relatos” (83). Parece, por tanto, más adecuado utilizar la palabra relato en lugar de cuento, pero en realidad, también la definición de relato es (de) construida a partir de los géneros testimonio y poesía. Una vez fuera de toda clasificación genérica literaria, Rita Martin consigue en estas páginas llevar al lector a otro mundo, fuera de la convención y de los tabúes, donde el sueño, la realidad y la irrealidad se entremezclan entre sí, e igualmente, (des)construye la representación de género masculino/femenino como en una especie de canto a lo Walt Whitman.

El sueño y el espacio de la mente son cruciales en el desarrollo de los temas de Sin perro y sin Penélope, ambos, unidos, conducen de alguna manera el conjunto. El sueño está directamente relacionado con la antítesis realidad/irrealidad. La mayoría de estos relatos actúan dentro de la actividad del sueño y, a través de esta misma actividad, se pone en duda la existencia del sujeto, de lo que los protagonistas ven e, incluso, de lo que piensan. Todas estas relaciones entre realidad e irrealidad, pasando por el sueño y la fantasía, subrayan el contenido anticonvencional y diferente, relacionado no sólo con la estructura literaria sino social, ya que la voz femenina, a través del espacio limitado de una sociedad hegemónica, (des)construye la sociedad patriarcal al situarse dentro del infinito espacio de la mente y del sueño, fijando sus narraciones fuera del control.

El juego antitético no sólo se encuentra como contraste y motivo en sí mismo en toda la obra. No sólo la ciudad, sino los países son contrapuestos a través del contraste entre Miami y La Habana (“Ciudad albina”). En estas oposiciones pierde y/o gana una u otra ciudad --tampoco se define--, al tiempo que entran en contraste también la lucha entre un idioma y otro al incluir palabras en inglés. Antitéticamente hablando, a pesar de la extratemporalidad y extraespacialidad de las narraciones, la nacionalidad de la poeta se destaca en diversos relatos de este libro (“Salvamento.Tarea III,” “Ciudad de perros muertos y patos caminantes,” “Ciudad albina” y “Kraustlo”).

En el primer relato/pieza narrativa, “Salvamento. Tarea III,” la autora señala la existencia de una Isla “que gira, anudada a una palma sobre los cuatro puntos cardinales” (12) cuya falta de sujeción la hace parte del conflicto. Este relato se destaca también por una gran cantidad de vocabulario del campo semántico de la muerte como el río Almendares, de aguas putrefactas, hileras de calaveras, cráneo entre las manos, hojas muertas. Campo relacionado con el concepto de la poeta sobre la muerte en vida que se vive bajo sistemas autocráticos y represivos, e igualmente, referido a las personas vivas y/o ya fallecidas que no han logrado vivir una vida real. Isla mítica adonde se llega con la convicción de que “Todos los caminos son idénticos, pero el planeta es muy chico. Sólo puedo aclarar que he llegado a Ítaca, sin perro y sin Penélope, y mi memoria es perfecta (“Kraustlo” 42). Cuba o Ítaca, islas de memoria y de leyenda a las que sólo se regresa (o se reinventa) a través de la memoria.

Siguiendo con esta lectura, el gramófono es una metáfora que recuerda, por su vejez, la parálisis de una sociedad en el tiempo --tópico que se reitera por el conjunto. Este aparato que ha sido sustituido por la cadena de música, bien podría aún utilizarse en Cuba del mismo modo que en este país aún circulan coches norteamericanos de los años 30, 40 y 50. El mar al que se refiere este relato sería, ora el océano Atlántico, ora el Mar Caribe, separadores de Cuba y Estados Unidos, y por ello la autora dice que el mar es el principio y el fin de todo y uno está a salvo --o no-- cuando llega a la orilla de lo que pudiera ser Key West u otra vez, La Habana. Principio y fin cargado también de sustancia valeriana por su calidad de ser siempre e ininterrumpidamente. En contra de esta lectura se puede argumentar que la voz narrativa habla de una raza judía, pero vuelve a identificarse lo judío con lo cubano en el terreno simbólico ya que el éxodo cubano dura, casi desde antes de 1868 (piénsese en el exilio de Heredia) hasta el presente.

Ya se ha comentado “Ciudad de perros muertos y patos caminantes” y su clara contraposición entre las ciudades norteamericana y latinoamericanas o europeas. En éste y en “Ciudad albina” la protagonista expresa su nostalgia por su ciudad, por la falta de tiempo y por otro estilo de vida, nocturno y cómplice. A la nostalgia, sin embargo, sucede la mención de la censura, y la conciencia reflexiva de un estado de cosas que han conducido a las ruinas de la ciudad (¿La Habana?), y a una vida de sobrevivencia, marcada por el racionamiento de alimentos, el hambre, el mercado negro y la ausencia de libertades individuales y sociales.

En Sin perro y sin Penélope, estructura y contenido están estrechamente relacionados con lo anticonvencional. La misma autora, en sus “Palabras epigonales,” comenta que publica la colección “no habiendo encontrado nada parecido.” Y así es, ya que este libro es único en su dureza de belleza lírica y en la cantidad de temas vistos desde distintas perspectivas, lo que hará disfrutar al lector no sólo de una lectura reflexiva sino también sensorial. Este disfrute, alertamos, se duplica .o triplica en una segunda lectura de Sin perro y sin Penélope.

 

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 !   Referencias

Breve referencia biográfica:

M. Begoña Caballero-García enseña en University of North Carolina at Chapel Hill.


 

 

EDICIONES UNIVERSAL
Librería & Distribuidora Universal

 

SIN PERRO Y SIN PENÉLOPE (relatos,2003)
Rita Martin

Código: 8-007-3

Piezas narrativas que son verdaderos ejercicios literarios y una rebelión contra los tabúes sexuales.

 


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